Una herencia musical

Mi repertorio actual tiene canciones que fueron compuestas o popularizadas por Buena Vista Social Club, Armando Manzanero, Danny Rivera, Lucho Gatica, Paloma San Basilio, Massiel, Rocio Durcal y Juan Gabriel.

Muchas de estas canciones son una herencia de mi madre Chelena. Ella, cantante y actriz, al igual que sus dos hermanas, Mary Cruz y Chiminia, derrochaba belleza, arte y poesía allá donde iba. Cuando se juntaban las tres ¡eran una bomba!

Así, cuando hoy toco en el piano “El último café” no estoy tocando un tango de Julio Sosa ni la más contemporánea versión de Rocio Durcal. Estoy interpretando a mi madrina Mary Cruz, quien la canta con muchísima pasión. Cuando toco “Brindaremos por él” de Massiel, no recuerdo a la cantante española que triunfaba en televisión cuando yo todavía era un niño. Recuerdo a mi madre con su cuatro y su maravillosa voz. Ellas son mis influencias.

Mi abuela Silvia Rivero también tocaba el piano. Yo no la recuerdo mucho. Ella falleció cuando yo aún era muy pequeño, pero puedo asumir que ella transmitió todo el arte de la música a sus hijas y que yo también soy portador de su herencia musical. Por esta razón quiero llevar su apellido. El apellido materno de mi madre y de mis tías, el apellido de mi abuela, Rivero.